La Necrópolis
Este de Madrid, acoge el cementerio Civil, El de la Almudena y el Judío.
El cementerio Civil
fue construido para albergar en su último descanso a comunistas, socialistas,
masones, protestantes, judíos, agnósticos, librepensadores, suicidas… En
definitiva, una necrópolis en la que vive la tolerancia.
El cementerio Civil se inauguró en 1884, ocupa 6 hectáreas, hay
alrededor de 30.000 fallecidos y en él reposan los restos de algunos
presidentes del gobierno de España y personajes como Pablo Iglesias, Dolores
Ibárruri y Marcelino Camacho, intelectuales como Pío Baroja o Blas de Otero y
Pedro Laín Entralgo, también está enterrado el urbanista Arturo Soria y varios miembros
de la Institución
libre de enseñanza como Giner de los Ríos o Manuel Bartolomé Cossío,
Un 8 de septiembre de 1884, con solo 20 años, Maravilla Leal
González, decidió acabar con su vida, sus restos fueron los primeros en ocupar
el cementerio Civil (Su cuerpo se enterró el día 9 una vez inaugurado el
cementerio por Alfonso XII)
Acoge también panteones de familias extranjeras,
pertenecientes a religiones diferentes a la católica, así como ateos o masones y es curioso ver epitafios en cirílico y
japonés, y en castellano se puede leer alguno del estilo de 'Nada hay después
de la muerte’. Llama la atención el elevado numero de
familias alemanas, destacando por la fama de su apellido: Loewe (conocida marca
de lujo) y Schindler (conocida empresa de ascensores), vecinas de Madrid
desde hace décadas. Otros apellidos extranjeros son Menzell, Neeskea, Hoelscher
o Winkow.
Allí reposan también los restos del hermano de Lorca, casado
con la hija de Giner de los Ríos; la tumba de la familia Boyer, el pintor Lucio
Muñoz y un largísimo etcetera.
En 1894 se levantó por suscripción popular el mausoleo del
librepensador y político Ramón Chíes, también conocido con el pseudónimo de
Eduardo de Riofranco; en 1901 el de Francisco Pi Margall, que asumió la
presidencia del Poder Ejecutivo de la Primera República
Española entre el 11 de junio y el 18 de julio de 1873 y después segundo
presidente republicano.
Al Cementerio civil del Este se han ido
trasladando los restos de otros fallecidos, en un curioso peregrinar de
necrófilas resonancias supersticiosas: los de Estanislao Figueras (primer
presidente de la primera república española, fallecido en 1882, trasladado al
mausoleo erigido en 1892 por suscripción popular), los de Nicolás Salmerón
(tercer presidente republicano español, fallecido en 1908, al monumento
levantado en 1915), los de Julián Sanz del Río (fallecido en 1869) y los de
Fernando de Castro (fallecido en 1874) –trasladados el 18 de junio de 1905
desde el cementerio civil de la
Puerta de Toledo–, los de Julián Besteiro (fallecido en
Carmona en 1940, en cuyo cementerio reposaron hasta 1960 en que fueron
trasladados a Madrid), Francisco Largo Caballero el traslado cayó en sábado y
acudió Felipe González. El antiguo cementerio civil del Este pueden
contemplarse además las tumbas de Gumersindo de Azcárate, Urbano González
Serrano, Jaime Vera, Américo Castro, Xavier Zubiri, Blas de Otero, Julián
Grimau, Enrique Lister…
La constitución española de 1978 eliminó la
exclusividad de las inhumaciones para personas católicas en cementerios de
titularidad pública. A partir de entonces, cualquier persona podía ser
enterrada en los cementerios municipales (para todos los ciudadanos, no sólo
para los católicos), con independencia de su confesión religiosa. Esto provocó
un cambio en el estatus funcional del Cementerio Civil, que pasó a ser un
espacio histórico.
Ahora en el cementerio civil como en todos los demás las
lápidas con símbolos comunistas como la hoz y el martillo y otras con la
característica rosa insertada en un puño de los socialistas, pirámides y
obeliscos, preciosos bajorrelieves con la escuadra, la plomada y el compás de
los masones, se alternan con tumbas posteriores de carácter religioso
presididas por una cruz, estampa habitual de la mayoría de los cementerios. Ya
pasó la época en que era un delito no ser católico y ahora parece que el delito
es serlo.
Una curiosidad: Tras la muerte de Pío Baroja, el General
Franco insistió en que fuera enterrado en el cementerio católico, pero por el
deseo expreso de Baroja y el de la familia recibió sepultura en el cementerio Civil, en una tumba muy discreta y bajo una losa sencilla
donde solo aparece su nombre, fue enterrado con tierra de Madrid y de San
Sebastián, su ciudad natal.
“Acudamos a lo eterno,
que es la fama vividora, donde ni duermen las dichas ni las grandezas reposan”
(Calderón de la Barca)
Continuará…
En Valencia tenemos un pequeño cementerio civil frente al general, pero está totalmente abandonado.
ResponderEliminarEste no está muy bien cuidado que digamos, contaba el guarda, que ya se jubiló que antes Pablo Iglesias siempre tenia flores que le llevaban desde el partido, ya algún sindicalista tambien se las ponían desde una floristería por encargo, ahora queda un matrimonio que va todos los dñias a ver la tumba de su hijo. Un abrazo
EliminarEn Valencia tenemos un pequeño cementerio civil frente al general, pero está totalmente abandonado.
ResponderEliminarInteresantísima entrada
ResponderEliminarMuchas gracias, el silencio de los cementerios nos cuenta miles de historias, de este en concreto tambien había una voz viva que era su guarda, heredero del cargo de enterrador que contó algo de lo que vió. Un abrazo
EliminarIgualmente, en Sevilla existía, ¿existe?, un cementerio Civil.
ResponderEliminarPara todos aquellos que no eran Católicos.
manolo
En todas o en casi todas las ciudades hay o ha habido un cementerio Civil, incluso en algunos pueblos. Como ahora ya no son necesarios muchos se han quedado abandonados, otros como el de esta entrada tiene hasta visitas guiadas.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Dicen que "Un amigo es un cementerio de secretos."
ResponderEliminarla FELIcidad es facil de conseguir sIempre que seas capaZ De perseguIrlA
la FELIcidad deL cuerpo es menos importante que la feliCIDAd del alma y Del ESpíritu..
Un fuerte abrazo.
Dicen que las personas discretas son joyas difíciles de sumar, y si ademas tienen buena memoria y son detallistas ya son únicas y merecedoras de todo el aprecio y cariño posible. Tú ademas eres una artista de la composición con las letras. Gracias querida amiga me siento orgullosa contar con tu amistad. Un abrazo apretado
EliminarSe necesita tener buena memoria para mantener una amistad.
EliminarGracias a ti.
:-))
Tu la tienes y en ella me apoyo. Un abrazo
ResponderEliminarEn el cementerio de San Fernando de Sevilla, la unificación con los cementerios protestante, hebreo y de disidentes se realizó derribando el muro que los separaba. Recuerdo haber leído en la prensa que los musulmanes no veían bien la unificación y creo que actualmente siguen ocupando un espacio separado.
ResponderEliminarDurante la Segunda república también estuvieron unidos y se volvió a levantar el muro tras la guerra civil.
Está claro que ni muertos nos dejan tranquilos y las diferencias de los vivos queremos eternizarlas.
Un abrazo.
Tienes razón aunque hoy ya los cementerios están unificados por ley, la realidad dice que seguimos separando a los muertos por ideologías. Un abrazo
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