Realizada en piedra y bronce. Pesa aproximadamente 20 toneladas y mide 4 m de altura. Descansa sobre un pedestal cúbico escalonado, hecho en granito. Es obra del escultor Antonio Navarro Santafé (1906-1983) y se inauguró en 1967.
La estatua del oso y del madroño representa las armas heráldicas de la villa y siempre ha estado en la Puerta del Sol, en pleno centro histórico de la capital, aunque con diferentes ubicaciones dentro de la plaza.
La primera aparición de un oso rampante y de un madroño frutado en el escudo de la villa se sitúa en el siglo XIII.
Con anterioridad, las armas incorporaban únicamente a un oso en actitud pasante, sustituido a partir del citado siglo por las dos actuales figuras.
Con este cambio se quiso simbolizar la resolución adoptada por el municipio y el Cabildo de Curas y Beneficiarios, tras un largo litigio por el control de los pastos y árboles de las tierras madrileñas, entre el monasterio de Santa Leocadia, Clerecía (el brazo Eclesiástico) y el Concejo (el brazo militar y civil) por unos terrenos en Toledo. El pleito duró veinte años. Llegaron por fin a un acuerdo en 1222. Según este acuerdo, los primeros pasaron a ser propiedad del Cabildo y los segundos del concejo.
De ahí que se modificasen las armas, con la inclusión de un madroño y de una nueva postura para el oso, irguiéndose sobre el árbol como poseyéndolo, en vez de estar pastando sobre los terrenos.
La estatua está en el escudo de Madrid y este en todo lo producido por el Ayuntamiento. El escudo tiene su origen en la Edad Media, aunque adquirió su actual disposición en 1967. Más recientemente, la corporación municipal adoptó en 2004 un nuevo diseño, con los mismos componentes pero sólo de color azul, incluyendo la leyenda madrid, escrita con la fuente Gill Sans Bold, como imagen corporativa del ayuntamiento
Heráldica: de plata, una osa, de sable apoyada en un madroño de sinople o natural frutado de gules. Bordura de azur cargada de siete estrellas de plata. Al timbre, corona real abierta.
No se sabe con certeza en qué momento se empezó a asegurar que el árbol del escudo era un madroño (Arbutus unedo). Ha sido una tradición muy tenaz y muy firme. Pero se ha demostrado que en esta zona de Madrid no hubo madroños, al menos no los hubo en abundancia y como bosque. En cambio dicen los científicos que sí hubo profusión de un árbol llamado almez o lodón, que era una especie autóctona del lugar. Este árbol tiene también unos frutos rojos de pequeño tamaño. Otros historiadores dicen que el rey de armas que pintó el escudo no se detuvo a reproducir tal o cual especie sino que pintó un árbol pequeño con frutos rojos para que se distinguieran bien.
Existen diferencias de apreciación de si es oso u osa, las promotoras de esta iniciativa han buceado en los libros de historia y heráldica para afirmar que en 1222 le cambian el sexo, y como en tantas ocasiones en la historia se invisibiliza lo femenino. Lo cierto es que los genealogistas han querido ver en las estrellas y en el oso la alusión a la constelación de Bootes tan íntimamente ligada al mito de las dos Osas o del Carro. Se basan para ello en decir que Madrid estaba en lo que se llama Carpetania y que Carpetum en latín quiere decir carro. En este caso, no se trataría de un oso, sino de una osa. Lo cierto es que durante bastante tiempo el escudo de Madrid fue éste: un oso (tal vez osa) pintado sobre azur, con siete estrellas sobre su lomo y paciendo sobre pasto verde.
El Ayuntamiento dice que no hay constancia histórica de su género.
Por su parte, el director general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento, asegura que "la historia del escudo de Madrid es un poco mítica y tiene poca documentación". Según explica, la primera aparición del "oso u osa" asociada con el concejo de Madrid es un 'oso paseante' hacia el lado izquierdo, como si estuviera andando, allá por el siglo XIII.
De acuerdo con su versión, a principios del Siglo XVI aparecen en el escudo siete estrellas, de las que no ha quedado claro su origen. "Pueden ser siete como los siete castillos que rodeaban Madrid, las siete puertas de las que aún se conserva alguna, o por las siete estrellas de la Osa Mayor. De ahí nace lo de la osa, "pero no hay una certeza histórica".
Si bien es cierto que en ninguna de sus representaciones aparece con los atributos propios del animal macho como es usual en heráldica.
Leyendas que dan notoriedad a los monumentos, edificios o estatuas, como la de los leones de las Cortes.
La corona data de 1554, el rey Carlos I distinguió a la ciudad de Madrid con los títulos de coronada e imperial, otorgándole la corona real en el escudo, que también ha sufrido cambios.
Estrellas y sus puntas, tampoco está muy claro si deben ser de ocho o de seis puntas y el algunos escudos incluso las estrellas son de cinco puntas, en el diseño heráldico.
En el escudo oficial, Las estrellas son de 6 puntas y dibujadas de tal forma que, de lejos, parecen roeles o círculos. Cuando no se indica número de puntas de las estrellas, deberían dibujarse por defecto de ocho puntas (tal como consta en los grabados, tapices y esculturas antiguos) y más estilizadas, con los rayos más alargados.
Y en El Jardín de las Delicias, si nos fijamos cuidadosamente en su panel izquierdo, el Jardín del Edén. ¿Qué encontraremos? Pues sí, allí, entre un elefante y una jirafa y detrás de la “Fuente de la Vida” ¡está el díscolo oso colgado de su madroño!
…Punto final con una leyenda mas:
Cuenta una leyenda que hacia el 789 a.C., Ocno Bianor, procedente de la Toscana (Italia), tras un largo viaje por mar y tierra, descubrió el río Manzanares y se asentó en sus orillas fundando una ciudad a la que dio el nombre de Mantua en memoria de su madre. Más tarde se le añadiría el adjetivo Carpentana o Carpetana. Desde su fundación, la ciudad ha tenido numerosos nombres, tantos como historias y leyendas, algunos reales e históricos, otros románticamente falsos: Carpetum, Viseria, Ursarias, Osaria, Ursalias, Mantua Carpetana, Mayrit, Magerit, Magerid, Magerito, Majirit, Magderit, Maiorito, Madorico, Magerito, Magerido, Mandrit, Martice, Manjerit, Maiedrit, Majedrit, Madride, Madriles, Matrit, Madriz y, finalmente, Madrid.
¡Por favor...!
ResponderEliminarExhausta me has dejado con tanta sabiduría y tanta información.
¡¡¡Enhorabuena!!!, me voy a felicitar ahora mismo por ser tu amigüita, aunque no estoy a tu altura, pero yendo junto a ti, algo se me pegará.
Por cierto no sabía de la existencia de esta "separata", muy acertada, te felicito por ella.
A mi altura está todo el mundo, y no es sabiduría es información. Aquí he ido ampliando entradas del blog, puesto que en Autodidacta ya digo que publico textos que tienden a la brevedad. Cuando he creído que podía ser interesante lo he puesto al final, pero pocos se han dado cuenta. Funciona desde enero y solo he publicado 15 o 16 entradas. Gracias por tu comentario y por hacerte seguidora. Y aquí también salto y brinco
EliminarNo me lo puedo creer, que no lo haya visto antes, debo ir con menos prisas por la vida.
Eliminar¿Cómo no hacerme seguidora?, no soy tonta, sólo despistailla.
Despistadilla no lo sé pero estupenda si.
EliminarPrecioso artículo, sinceramente me ha encantado, hay muchas cosas que no sabía, así que me va a tocar estudiar un poco y repasar de nuevo todo lo que nos has contado, que quiero sacar un sobresaliente cum laude para poder viajar al extranjero a buscar trabajo.
ResponderEliminarAunque se que conoces el fruto del madroño, quizás no lo hayas visto de cerca. La foto está hecha en Broto y publicada en mi galería de Flickr, por supuesto aún le falta un poco para madurar.
Muchas gracias, si conozco el fruto del madroño, pero no sabía que en Broto los había. Buena foto. Un abrazo
EliminarTantas veces pasando a su lado y no se me ha ocurrido nunca interesarme y buscar algo del oso que tenemos en Madrid. Una buena información la que nos has dado.
ResponderEliminarNo sé donde, pero me dieron a probar licor de madroño.
Un abrazo.
¿Y estaba bueno? Nunca he comido madroños, y no he bebido ese licor. Ya ves que soy cotilla y me gusta saber cosas, busco y tomo notas y luego ¡ala! Para que lo lean mis buenos seguidores del blog. Abrazos y cariños
EliminarHola Ester, ayer leí esta entrada en el móvil pero como me cuesta tanto escribir desde él, he esperado a poder entrar hoy en el ordenador.
ResponderEliminarEl trabajo es muy completo y, como siempre, buenísimo.
Una cosa que me llama mucho la atención y que tú ya señalas es que el monumento sea tan moderno, de 1967. Claro que yo siempre lo he visto ahí, en la Puerta del Sol, la primera vez que visité Madrid fue a principios de los 70 y pensaba que era mucho más antiguo. También creía que Madrid no era tan antigua. Según la leyenda que citas fue fundada en el 789 a.C.
Repito, una entrada muy bonita y didáctica.
Un abrazo.
Antonio, he leído y me ha sorprendido igual que a ti que la estatua del oso y el madroño sea tan reciente, pero parece que es así.
EliminarLa fecha a la que tu haces referencia es una leyenda que no he podido encontrar datos fiables, si que la he visto escrita en diferentes lugares pero eso es todo, en principio una leyenda.
Los libros dicen que Madrid fue fundada por Muhammad I a finales del s. IX, posiblemente para defender el reino musulmán de Toledo, Y se levantó una alcazaba donde hoy está el Palacio Real.
Cuando fue reconquistada y repoblada por cristianos la ciudad se dividió en dos, dice y ya volvemos a las leyendas que de ahí viene el nombre de “los madriles”
También he leído que en el Paleolítico Inferior ya había madrileños, que vivian de la caza y la pesca, (Madrid era un lugar de agua, arroyos y riachuelos, esto si es cierto y está documentado) Y se dice que cuando los musulmanes construyeron en el promontorio se encontraron con un esqueleto de un hombre de unos dos metros de alto.
Y es todo lo que te puedo contar. Yo disfruté escribiendo esta entrada pero no es una tesis, puede tener fallos, seguro, pero he intentado documentarme lo mejor posible, sin ser exhaustiva. Un abrazo
Me encantó esta historia Ester , la desconocia , ni sabia tampoco que hubiera un árbol llamado madroño , por acá he visto que algunos vecinos españoles cuando yo era niña le llamaban asi a esos hermosos zuecos de una pieza de madera ...no se si seria que estuvieran hechos con la madera de este árbol...Y la figura del Os@...ves , con internet se resuelve el dilema...besos y abracito
ResponderEliminarEs el escudo de Madrid, no se lo de los zuecos si tiene alguna relación, el madroño es mas un arbusto que un árbol. aqui se llaman madroños tambien a unas borlitas pequeñas que se ponen en los trajes goyescos. Me alegro de que te haya gustado la historia. Abrazos
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