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Cementerio británico:





Cerca de 20 cementerios hay en Madrid, uno de ellos es el Cementerio Británico, ubicado en suelo inglés, en el distrito de Carabanchel, exactamente en el barrio de San Isidro entre las calles Irlanda e Inglaterra y con entrada por la calle Comandante Fontanes 7, cerca de la calle General Ricardos. Tras unos muros de color terrazo, a dos metros de los tendederos de casas bajas y humildes se guardan secretos de espías, masones y salvadores de cientos de judíos europeos, en plan la 'lista de Schindler'.
  Un cementerio que pasa desapercibido para los viandantes.

  Fue creado en 1854, la Embajada británica quiso dar un espacio para enterrar aquellas personas cristianas no católicas que no eran admitidos en los otros cementerios existentes, dando cobijo no sólo a británicos sino a judíos, luteranos o miembros de la iglesia ortodoxa rusa y griega.
  Al atravesar el pabellón de entrada, está la vivienda del guarda a la izquierda y una capilla mortuoria a la derecha. En ella suelen guardarse las cenizas de los difuntos hasta que tiene lugar la ceremonia fúnebre, aunque rara vez se hacen misas, ya que en los enterramientos sólo se lleva a cabo un discreto oficio junto a la parcela o el columbario.
  "El Gobierno británico tenía un terreno en la céntrica zona de Colón, pero la ocupación francesa de Madrid impidió que el solar se utilizara para tal propósito”, explica el hispanista David Butler, experto en el cementerio y miembro de la fundación que se encarga de su conservación.

El camposanto tiene un estilo muy 'british', entre cedros, acacias y aligustres hay un gran panteón, levantado por el arquitecto del "Panteón de los Hombres Ilustres" y de "La Casa Encendida" en Madrid Fernando Arbós y Tremanti; perteneciente a una respetada familia británica, una de las más poderosas del siglo XIX en Madrid: los Bauer; populares hombres de negocios austrohúngaros que representaron a la Casa Rothschild en la capital, es decir, la dinastía judía de banqueros y financieros más importantes de la historia de Europa, Ignacio Bauer, se hizo con las principales empresas del país en aquellos años: Minas de Río Tinto y Peñarroya, Ferrocarriles MZA, empresas petrolíferas, etc. Trabó una buena amistad con el rey Alfonso XIII y adquirió un relevante renombre político. La familia adquirió históricos palacios como el del Capricho en la Alameda de Osuna, la Casa de Gentilhombres de La Granja, o el llamado Palacio de los Bauer en la calle San Bernardo (hoy en día la Escuela Nacional de Coro). Eduardo Bauer fue asesinado, Alfredo Bauer emigró a México e Ignacio Bauer permaneció en España sin apenas relevancia pública. Tras un candado viejo y sin cuidados reposan los huesos de la familia que un día lo controló todo en Madrid. Junto al panteón lápidas judías, ortodoxas, masónicas, e incluso un musulmán, procedentes de 43 nacionalidades distintas. En total, 700 sepulturas.

 Entre las personalidades enterradas está el fundador del Circo Price, el empresario que puso en marcha el Restaurante Lhardy, Emile Huguenin Dubois, impulsado por Eugenia de Montijo, decidió trasladar la esencia y elegancia gastronómica francesa al local de la Carrera de San Jerónimo, que a día de hoy sigue sirviendo el caldo en el samovar, ajeno al paso del tiempo. Por sus salones han pasado desde escritores como Galdós o Azorín, personajes intrigantes como la espía Mata-Hari (detenida poco después de comer allí por última vez), el dictador Primo de Rivera, o Niceto Alcalá Zamora, que fue nombrado presidente de la República en el salón Japonés, e incluso miembros de la realeza como Isabel II, Alfonso XII o la Reina Sofía y menos importante yo misma; o familiares de los Loewe, existen dos familias con el mismo apellido enterradas en este cementerio: Ernest Loewe, quien logró escapar del cerco de Berlín y de la llamada Noche de las Cabezas Cortadas, cruzó la Francia ocupada y se refugió en Madrid con un botín de joyas y un pasaje a República Dominicana, antes de volar fue robado y asesinado en su cama y los Loewe de la afamada firma de moda de lujo considerada como una de las mejores marcas de artículos de cuero a nivel mundial, cuya lápida destaca por la particularidad de que junto a la fecha de nacimiento de cada uno de ellos hay una estrella de David y junto a la fecha de su muerte una cruz. Nacieron judíos y murieron cristianos. o los Boetticher.
Una de las sepulturas más antiguas es de Charles Cliffor -fallecido en 1883-, fundador del camposanto y aventurero que estaba perfeccionando la fotografía desde globos aerostáticos cuando falleció.
  Muchos de los que están allí enterrados eran gente conocida y respetada, algunos trabajaron incluso para el servicio secreto británico. También está enterrada en este lugar Margarita Kearney Taylor, la fundadora de la pastelería Embassy, donde dicen algunos historiadores que fueron escondidos miles de refugiados judíos en Madrid, o bien en la casa de Margarita de encima del local, o bien en el sótano, donde descansaban, se alimentaban, conseguían certificados e identidades falsas y luego eran trasladados a otros lugares. Durante la Segunda Guerra Mundial, Madrid fue un hervidero de espías británicos, alemanes y americanos, debido a su postura de no beligerancia ante el conflicto. Decenas de tramas e intrigas se gestaron en locales como La Ballena Alegre del café Lion, el citado restaurante Lhardy, la Casa Ciriaco, o el filonazi Horcher, el hotel Ritz, clubs como el Chicote o el Pasapoga, o miembros de la familia real de Georgia en el exilio, además de una descendiente del presidente de EEUU John Quincy Adams, Alice Bache Gould, era historiadora experta en Critóbal Colón.
  Un poco más allá nos topamos con la de Arthur Byne, un condecorado arquitecto que trabajó como traficante de arte para William Randolph Hearst, magnate de prensa retratado por Orson Welles en la película Ciudadano Kane.

  Otras vidas más humildes, como las de las niñeras irlandesas que no quisieron abandonar ni en el último momento a las familias que sirvieron. En una lápida hallamos a Carmina Rosemary, hija del mayordomo de los Duques de Alba. En otra podemos leer el tributo que cinco jóvenes españolas hicieron a su niñera británica: “en gratitud y alabanzas nuestros corazones van hacia ti”.  
  Durante algo más de un siglo y hasta la década de los noventa, cuatro generaciones de la familia Garrido vivieron en este cementerio y cuidaron de él. Entre ellos, Rita Garrido, primera actriz del Teatro de la Latina, que celebraba actuaciones en el cementerio, así como su marido el brasileño Ricardo Freire, autor de la canción “Doce Cascabeles” que popularizó Joselito.

  Un cementerio y un enredo de misterio y fascinación, un sinfín de historias que no conocemos y desgraciadamente permanecerán enterradas en el olvido hasta que el azar o la voluntad decida escarbar en ellas y quizá descubrir una nueva verdad.


 Me gustan los cementerios, no como a Espronceda pero me gustan.

19 comentarios:

  1. Me gustan los cementerios, ya desde que era pequeña. Este es precioso por fuera, pero también me gusta esa zona un poco desaliñada de las últimas fotos.
    Un cementerio con historia, no tenía ni idea de que existiera.
    Un beso

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  2. Esa es la parte de los cementerios que me gusta, la historia y la cultura que encierran, son libros que hay que leer lapida a lapida. Abrazos

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  3. Si que tiene mucha historia este cementerio. Lo extraño es que sus familiares no hayan querido llevárselos.
    Un beso.

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    1. Los familiares, los que quedan viven en España, tiene aquí los negocios, y otros la familia se ha disgregado y no les preocupan sus antepasados. Un abrazo

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  4. Muy, muy interesante.
    Gracias.

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    1. Me alegra que te lo parezca, los cementerios esconden mucha magia, cuando vayas a Madrid ves a tomar un te a Embassy. Saltibrincos

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  5. Hola, vengo del blog de Ester, me ha transferido al tuyo para saber especificamente lo que es un cementerio, que es de lo que se trata su entrada.
    He leído detenidamente la tuya, me ha encantado, tan detallada, con tantas personas importantes enterradas en este cementerio que tan bien nos has explicado, gracias por compartir sus conocimientos con nosotros tus amgos blogueros.
    Un abrazo, feliz fin de semana.

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    1. El blog de Ester se llama Autodidacta y este Autodidactabis, quiero decir que tambien lo edito yo, solo que publico muy de tarde en tarde y siempre suelen ser entradas muy elaboradas y largas, aquí guardo los premios que me dan, y los regalitos. Este y el otro son mis blogs jeje y puedes venir cuando quieras. Un abrazo enorme

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  6. Qué interesante!
    Cómo me hubiera gustado ir a conocerlo, a ver si para la próxima....!
    Gracias ESter.
    Ahora sí me voy saltando y brincando =)))

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    1. Esa es la parte que a mi me gusta de los cementerios, el arte, la cultura y la historia. Un abrazo grandote y saltarín

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  8. Muy interesante y no sabía que en Madrid tuviésemos tantos cementerios y tan curiosos. Desde luego el Británico es para no perdérselo.
    .Buen trabajo y un abrazo.

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    1. Creo que no es una enfermedad, pero ya he escrito varias veces sobre cementerios, me parecen curiosos, en Madrid hay muchos, y en el resto del mundo ni los cuento, existe uno donde viven los vivos, otro en el centro del pueblo, el de Sonrisas y lagrimas es casi igual... ya ves que hay mas de uno en algunas ciudades y con todos los pueblos que hay tengo para escribir ciento. Pero grandes plumas ya lo han hecho antes que yo y mucho mejo. Un abrazo agradecido

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  9. Reconozco que a pesar de que no me gustan mucho los cementerios, he recorrido varios para conocer sus dotes arquitectónicas. No es un lugar que elijo para visitar, pero en muchos lugares forman parte del recorrido turístico.
    Cuestión de gustos!
    Tu entrada me ha encantado! Besos.

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    1. Esa es la parte que me gusta de los cementerios, lo que me enseñan y lo que tengo que descubrir, es parte de la historia y en este caso con espías incluidos. Un abrazo

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  10. Me ha gustado mucho el paseo tranquilo. No me gusta nada la multitud de flores ...

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    1. Ya has visto que en mi entrada no se habla de flores ni coronas, solo de apellidos y poder, de lo que ocurrió y modestamente de porqué, los lugares citados existen en la actualidad y la embajada británica se encarga de cuidar el cementerio. Un abrazo

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  11. QUE OCURRE CON EL BLOG DE AUTODDACTA, EL DE MISTER.
    ME DICE QUE YA NO EXISTE. ¿.........?

    MANOLO
    .

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    1. Manolo que la lie parda, hice algunos cambios y se fue el blog, y con el mis amigos, afortunadamente lo he podido recuperar y todo vuelve a estar como antes. Abrazos agradecidos

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