Hay una calle en Madrid que se llama de la Montera,
nombre de origen incierto según a que historiador leamos, dice uno que esto se
debe, y no puedo discutirlo corría el siglo XV, que se llama así, de la
Montera, porque habiendo en lo que hoy es la Puerta del Sol la salida a los
olivares de los caños de Alcalá en los que antes de entrar en Madrid bebió
Sancho IV de Castilla, al que llamaban el bravo, y al montar a su caballo perdió su montera
sin que nadie de su cortejo se diera cuenta, con el consiguiente enojo por
parte del Rey. Parece que en esa calle colocaron en unas piedras las letras que
decían: “Al pasar esta vereda el Rey perdió la montera”. Y también “Como Don
Sancho era bravo, caminó con grande enfado”. Coplillas al estilo de los
actuales Tweets.
Cuentan otros que en el siglo XVI y estando de rey Felipe
II y contando Madrid con Corte
del Reino, vivía en esta calle la que fuera esposa, y que quedó viuda, de un cetrero
mayor del Rey, era llamado Montero de Espinosa y a la dama se la conocía por el
apodo de la Montera, era guapa en demasía y provocaba en los galanes deseos de
conseguirla con las consiguientes reyertas entre unos y otros pretendientes,
muchas acababan en sangre, era tal el comportamiento de los varones en esa época,
las disputas atraían a los alguaciles y curas en disposición de dar una
extremaunción y finalmente también a la Santa Inquisición, que en un alarde de
intentar que los transeúntes pasearan en Gracia de Dios se sacó un edicto
apercibiendo a aquellos que “dieran ocasión a muertes violentas tras
pretensiones lascivas” y una carta para la dama en cuestión, decidiendo ella
ante tanta presión abandonar la Villa y Corte de Madrid no sin antes legar a la
posteridad de la ciudad el nombre por el que hoy día es conocida la calle de
sus andares. Narciso Serra le dedicó a la dama unos versos:
«Que si usiría viniera,
aquí de alcalde menor,
que es mucha calle, señor,
la calle de la Montera»
Y aun otra posible explicación, en el libro “Los nombres de las Calles de Madrid”
menciona que en esta calle y a mediados del siglo XVI vivió Juan Carlos y Francisco
Lamontera, y de ahí el nombre de la
calle de la Montera, no he podido localizar al personaje y debería ser
importante si por él una calle lleva su nombre, pensemos que antes a las calles
no se les ponían los nombres de personajillos, y eso sí ninguna calle de Madrid
lleva el nombre de un personaje vivo, hay que morirse primero.
De todas queda una más, quizá la más extendida y la más
sencilla, cuando Madrid no tenia skyline se decía que el horizonte que se
dibujaba desde esta calle hacia las afueras parecían los picos de una montera.
De ahí que se le diera este nombre cuando se inauguró la vía.
Es reseñable que los azulejos en los que está puesto el
nombre de la vía estén decorados con una montera taurina y los cordones con
alamares pertenecientes también al vestido de torear.
Es una de las diez calles que confluyen en la Puerta del
Sol y desde allí sube a la Gran Vía. En la esquina está Casa de Diego, fundada
en 1858, comercio dedicado a la venta de abanicos y paraguas y al final, en el
numero 47, encontramos un McDonald´s es peculiar por su decoración y
cristaleras y ocupa el lugar que ocupó la prestigiosa joyería Aleixandre.
Pero uno de los más famosos y recónditos lugares de la
calle de la Montera es la “Taberna Pica Lagartos” y donde Don Ramón del Valle
Inclán desarrollo una de las escenas de Luces de Bohemia. Quien vaya a Madrid
que no busque la taberna, ni está ni estuvo, existió solamente en la imaginación del escritor. Sigamos con
el mismo escritor y en la misma calle, profundamente interesado por el
ocultismo y el esoterismo Valle Inclán no pudo adivinar que en el lugar donde
situó dicha escena, concretamente en el número 10-12 de la misma calle, se
fundaría años más tarde el Centro de Estudios y Divulgación Espiritista.
A finales del XIX diferentes asociaciones de este estilo
irrumpieron con fuerza, en el actual número 24 tuvo su sede desde el año 1854
hasta 1884 el Ateneo Científico Literario y Artístico, por el pululaban
personajes de la talla de Manuel Becerra, Amador de los Ríos y José Echegaray
entre otros, lo que provocaba una audiencia tan concurrida que según se decía
el tránsito por la calle se hacía imposible. Y otro dato en la calle de la Montera
tuvo su sede hasta 2004 la Iglesia de la Cienciología, hasta que sus cuentas
les permitieron trasladarse a una zona más noble, casualmente vecinos son ahora
el también traslado Ateneo Científico Literario y Artístico.
En el siglo XVIII fue una calle de lujo, con comercios a
ambos lados y dos lujosas joyerías, que atraían a los personajes más elegantes
de la ciudad, en el siglo XX la abrieron en canal
excavar el que sería el primer tramo del Metro de Madrid.
Una calle con dos incendios famosos, miembros del Frente Popular prendieron fuego a la
Iglesia de San Luis Obispo que llevaba en
pie desde finales del Siglo XVII y hasta el 13 de marzo 1935. Un Teniente de la
Guardia Civil que vio como ardía la iglesia dio aviso a los Guardias de Asalto
apostados en la Puerta del Sol, pero estos le comunicaron sus órdenes expresas
de no disolver ninguna manifestación, por lo que la Iglesia ardió en su
totalidad pudiendo ser únicamente salvada su fachada.
El 5 de septiembre de 1987
se declaró un incendio en el edificio que albergaba unos grandes almacenes, los
Almacenes Arias el fuego los devastó y el siniestro se cobró la vida de 10
bomberos cuando se desplomo sobre ellos uno de los techos. Años antes, en enero
de 1964 ya se había declarado un incendio en los mismos almacenes, y aunque
afectó a todas sus plantas el fuego pudo ser sofocado.
En la actualidad y desde 2009 es peatonal, podemos
encontrar un Jardín Secreto y algún vestigio de la Movida Madrileña y
levantando un poco la vista vemos un dibujo de una espiral acabado en una
flecha, es el último recuerdo de Juan Carlos Argüello (1966-1995), «Muelle»,
pionero del grafiti en España. Y a pesar de todos los intentos por erradicar la
prostitución y sus lamentables consecuencias siguen acudiendo cada día las
prostitutas y los puteros.
La calle Montera
tuvo previa y posteriormente varios nombres (San Roque, Inclusa y San Luis, la
Red de San Luis, Montera, Patriota Manzanares y de nuevo Montera) todos
hicieron poca mella en los vecinos y hasta en los libros.
“Un día le oí a Ortega que tuvo una parienta que nunca
salió de la calle de la Montera y vivió los dos ochos, la cifra ideal de un
viviente alerta, sin la decadencia absoluta de la senectud que viene después de
los ochenta años” Ramón Gómez de la Serna
Muy interesante lo que nos cuentas, es una calle emblemática de Madrid y con mucha historia, una pena que ahora se haya convertido en lo que es.
ResponderEliminarUn abrazo,
Quieren acabar con el trafico de amor ilicito pero les está costando, por lo demas está muy alegre, con muchos comercios y terrazas. Abrazos
EliminarUn extenso paseo por un calle con muchas historias.
ResponderEliminarBesos
Habrá que ir a pasearla en vivo para reconocer algunos de esos lugares. Un abrazo
EliminarPocas calles tendrán tantas historias e historia. Muchas gracias.
ResponderEliminarFue importante, en ella vivieron grander personajes y por ellas paseaban damas de postin, pero los años no perdonan ni a las calles. Un abrazo
EliminarMuy interesante e instructivo este relato.
ResponderEliminarEs curioso comprobar que en muchas ocasiones, los cambios de nombre de las calles vuelven a su primitivo nombre.
Lo que si es anipatico, es ese señor de cuyo nombre no quiero acordarme, y al que recerdas oirle decir "DECADENCIA ABSOLUTA DE LA SENECTUD QUE VIENE DESPUES DE LOS 80 AÑOS" (mAMÓN G0OMEZ DE LOA sERNA)
UN ABRAZO MUY FUERTE.
manolo
.
El murio a los 75 años en una total decadencia fisica, no pudo traspasar la cifra del ocho por lo que no hablaba por experiencia. Por lo demas espero que te haya gustado dar un paseo por una calle de la capital. Abrazossss
EliminarNo conocía todos los relatos que nos cuentas, pero he/hemos disfrutado en esa calle, como ya te he dicho en el otro blog haciéndonos pasar por policías de paisano. Cuando más efecto hacía era en otoño e invierno cuando íbamos con gabardinas, ya que hacíamos intención de levantar las solapas y se iban rápidamente.
ResponderEliminarAbrazos
Cuentan de dos maigos que se ponian una gabardina y debajo de la solapa una galleta María, entraban al futbol gratis al levantarse la solapa con un movimiento rapido y el portero los confundia con isnpectores de la secreta, un día u portero con buen vista les pidio que le volvieran a enseñar la insignia y compronó que se trataba de una galleta, ellos se defendieron que si los dejaban pasar se la comian dentro y si los pillaban se la comian fuera. Lo siento te ha tocado el rollo. Abrazos
EliminarUna recopilación muy completa de su historia.aunque nadie aclare definitivamente el motivo de su nombre. Una larga historia.
ResponderEliminarParece que no está claro, y que cialquiera de las leyendas puede ser la verdadera... o ninguna. Un abrazo Marcos
EliminarEster, muy interesante todo lo que nos cuentas a cerca de la calle de la Montera...Cada calle es historia viva, que siempre espera algún guía-intérprete que se digne a contarnos sus vivencias con el mismo encanto, que tu lo haces, amiga...
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, Ester.
M.Jesús
Gracias M. Jesús, ya sabes que en este blog me explayo y extiendo y unas veces le toca a una calle y otras a una estatua, y aspiro a vuestras visitas y sobr todo a vuestra paciencia. Un abrazo grande
EliminarEs increíble la historia que tiene una calle por la que pasamos algunos a diario, otros solo de vez en cuando y otros como ya no es la misma que conocimos, si podemos la evitamos.
ResponderEliminarNo creas que no me da pena la desaparición de la joyería Aleixandre, cuando era estudiante me gustaba trabajar el estaño, hice muchas cosas, espejos, cofres, cajas, cruces bizantinas... enfrente de Aleixandre cruzando la calle de la Montera, había una tienda enorme donde compraba las piedras de colores, era una mercería especializada en todo tipo de adornos para fiesta, cintas y lentejuelas. Desapareció como todo lo de aquella época.
Buen recorrido nos has hecho. Un abrazo como siempre.
Me gusta conocer la historia de las cosas, lo mismo una calle que una estatua o una costumbre, y ya que busco información la ordeno y la comparto con vosotros y de paso me entero de otras cosas, yo tambien hice cosas con estaño, pero sin piedras de colores, y maceteros de macramé, y colchas de ganchillo y flores de miga de pan, cuantas cosa y cuanto tiempo, ahora ya no hago nada. Me ha gustado saber que coincidimos en alguna afición. Un abrazo grande
EliminarMuy interesante ESter, gracias.
ResponderEliminarAhí si que he estado cuando fui pa'tu tierra!!!! yessssssssssssss!
jejejeje =)))))
Apapachos ♥
Estoy en desventaja, yo no he estado nunca en tu tierra, pero mañana comeré con una amiga que aunque vive en Estados Unidos es mejicana, ella fue la que me enseño a decir apapachos, y ya que lo se decir te mando dos
EliminarHola Ester. Te has informado muy bien y te has metido de lleno en la historia de esta calle y aledaños. Muy bueno y la ilustración con fotos también me ha gustado mucho.
ResponderEliminarSaludos y abrazossssssssssss
Hola isa, aqui me entretengo mas, busco información y escribo con mas detalle, unas veces una calle, otras un cementerio o una estatua, cualquier cosa que se me ocurra, intento recopilar datos y publicarlo. Me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarMe ha encantado todo lo que cuentas, todo. Gracias. Besetes.
ResponderEliminarMe alegro, es un recorrido por una de las calles con solera de la capital del reino, no tiene tantas flores , ni se ve la Foratata, pero a los urbanitas les gusta. Un abrazo
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