Talía descubre su rostro para sentir esas leves caricias y rendirse a la magia de este cielo.
A algunos edificios de Madrid se le han subido estatuas a la
azotea, verdaderas obras de arte que acarician el cielo, cuadrigas, vírgenes, personajes,
dioses mitológicos… Pesan toneladas y se ven ligeras, algunas tienen trampa, otras
han hecho cine, no todas están donde estuvieron.
La Victoria alada del edificio Metrópolis, en la calle Alcalá 39, es la más famosa y
fotografiada. Está en el que durante un tiempo fue el edificio más alto
de Madrid y se subió a lo alto en 1972 (apeando para ello una estatua de bronce
que representaba a Ganímedes sobre un Fénix), es obra de
Federico Coullaut Valera, pero no está sola la custodian hasta once conjuntos escultóricos más, uno
bajo la cúpula, obra de Mariano Benlliure, cuatro laterales y seis en la
rotonda, obras de Saint Marceaux y L. Lambert. Y aunque hablamos de estatuas y
esculturas en este caso no podemos obviar la cúpula que brilla y resplandece
con detalles ornamentales cubiertos con
más de 30.000 panes de oro
de 24 quilates.
Un ángel de mármol, obra
de Antonio Herrera Barnuevo, corona el palacio de Santa Cruz, en la plaza del
mismo nombre, si bien esta no es la más
espectacular merece mencionarse por ser la más antigua de las que quedan en
pie, situada en el frontón de la que fue Cárcel de Corte en el primer tercio
del siglo XVII como cárcel reservada a la jurisdicción ordinaria de la Sala de
alcaldes de Casa y Corte, organismo dependiente del Consejo de Castilla que
tenía como una de sus funciones, entre otras muchas, el control del orden
público. En la actualidad es la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Minerva, una diosa de bronce de más de seis
metros, esculpida en 1964 por Juan Luis Vasallo, divisa los tejados de la
capital desde 58 metros de altura sobre la calle Alcalá, subida en lo alto de
la terraza del edificio del Círculo de Bellas Artes.
El edificio fue construido por Antonio Palacios entre los
años 1921 y 1926. Por entonces José Capuz proyectó una figura de la diosa que
por motivos económicos no llegó a realizarse. Se tardó 40 años en coronarlo con
la espectacular Minerva. La actual
estatua a pesar de estar hueca
pesa 3.000 kilos. (Hizo falta una plataforma de hierro y cemento de 12 metros
de superficie para subirla y colocar una viga de mil kilos en el interior del
edificio para asegurar su estabilidad) 100.000 pesetas cobró el escultor por
hacerla, y un millón costó subirla hasta allí arriba.
El Romano,
realizada en bronce en 1930 por Victorio Macho, un
buen escultor de la primera mitad del Siglo XX. También es conocida como El Coloso o El Atlante y es
una de las estatuas de las que se sabe muy poco, está subida sobre un edificio de
oficinas de la Gran Vía en el numero 60 y es visible desde muchos puntos de la
ciudad, representa a un hombre
vestido únicamente con una capa blanca y que sujeta sobre su cabeza una pequeña
casa. Parece que se trata de una alegoría al ahorro, y se dice que el autor
quiso rendirle un homenaje a la primavera y que cada 21 de marzo, el último
rayo de sol que ilumina Madrid atraviesa la casa que sostiene el coloso sobre
su cabeza.
Accidente aéreo, en la calle Milaneses encontramos una
escultura muy reciente, 2005, su autor Miguel Ángel Ruiz nos explica: "Es
un hombre alado que un día salió a dar una vuelta y al aterrizar en el prado de
siempre se encontró que habían construido una ciudad en su lugar" La
figura que se llama Accidente aéreo no
es ni clásica ni contemporánea, es divertida.
La cuadriga del dios Helios, imponente sobre el palacete de fachada neogótica, sito en la calle Recoletos,
4, se alza la escultura que hace tan vistoso el edificio. Se trata de una mujer
joven, Aurora, guiando una cuadriga de caballos en movimiento. La escultura es
obra de Juan Adsuara, colocada en 1927,
es de chapa de zinc, un material más barato y mucho más ligero que el
bronce, sus piezas están engatilladas por lo que el agua se coló hasta la
madera y tuvo que ser restaurada hace pocos años. la realizó por encargo de la compañía de seguros La
Aurora, que quiso contar con un símbolo que representara la potencia económica
de la empresa, que en un principio era la
propietaria del edificio y que con los años ha ido pasando por diferentes
propietarios.
Dos cuadrigas, esculturas obra de Higinio Basterra subidas
sobre las dos torres del edificio (en origen sede del BBVA, entidad que
colaboró económicamente con la construcción de la Gran Vía madrileña), de la
calle Alcalá, 16, un bloque que se terminó en 1923 con un coste de 4 millones
de pesetas, poco después se colocaron los dos carros tirados por caballos y
cada uno con su correspondiente auriga, representando la simbología que se
relaciona con la fuerza y el poder, y en este caso,
representaban el empuje imparable que los bancos tenían en esta época, y siguen
teniendo. Cada escultura realizada en bronce, plomo y hierro con una altura de
casi cuatro metros y un peso de 25 toneladas, las dos, están apoyadas sobre sendos
aljibes. Sus aurigas están especialmente
elevados sobre los carros, para ser percibidos con naturalidad desde el nivel
de la acera. En origen, se recubrieron de una lámina de latón dorado con paños
de oro, luego se pintaron de color oscuro durante la Guerra Civil para evitar
que sirvieran de referencia a los aviones franquistas que bombardeaban Madrid.
Estas cuadrigas son
recordadas por muchos, por ser el espectacular escenario del final de la
película "La Comunidad", de Alex de la Iglesia. Una última historia relacionada con estas magníficas obras, es que
durante su transporte desde Bilbao, donde fueron fundidas, se perdió uno de los
caballos, que finalmente fue recuperado sano y salvo. No son las únicas
esculturas de este tipo que hay en Madrid ya que en los cielos de la capital
encontramos además de la ya citada cuadriga de Helios, dos más, una en el Paseo
de Recoletos y otra, sobre el Arco de Moncloa, en total, cuatro.
La
Gloria y Los Pegasos, es
un grupo escultórico que se ha subido a lo
alto de uno de los edificios más impresionantes de Madrid, es el
Antiguo Palacio de Fomento. Situado en el Pº de Infanta Isabel, 1 este edificio
fue construido para albergar el Ministerio de Fomento en la España de 1856,
(actual Ministerio de Agricultura con la reforma ministerial que se produjo a
comienzos del siglo XX). Quien llega a Madrid en Ave es recibido por su
espectacular porte y merece una entrada especial.
El conjunto escultórico que remata la fachada es obra de Agustín
Querol y su colocación se completó 1905, se utilizaron rampas y se materializó
la elevación del cuerpo central del edificio, con un andamiaje tan complejo que costó 30.000 duros. Las
esculturas talladas en mármol de Carrara y cuyo tema es la gloria,
representan, en el centro, la Gloria, ofreciendo trofeos a la Ciencia y al
Arte; a los lados dos Pegasos, el primero
situado a la derecha de la Gloria, figura femenina. En la mano sostiene
una rama de laurel, relacionada con el dios Apolo, dios de la Poesía, el
segundo situado a la izquierda de la Gloria, figura masculina, en la mano
sostiene un caduceo, relacionado con el dios Hermes-Mercurio ambos conducen a Mercurio y Minerva rodeados
de figuras alegóricas.
El conjunto escultórico que vemos en la actualidad es una
réplica del original realizado, este,
por Juan de Ávalos en
1954, las nuevas esculturas son de bronce y están huecas y su peso es de de
5.340 kilos frente a las 119 toneladas
(cada Pegaso, 47) del grupo original.
A pesar de los avances técnicos, bajarlas fue casi tan
complicado como había sido subirlas, el viento podía poner en peligro el
descenso, se desmontó por bloques, se empleo una grúa de 42 toneladas y durante
24 días se trabajó para culminar los trabajos.
En la actualidad los pegasos adornan la plaza de de Legazpi
y la glorieta de Cádiz.
La Inmaculada Concepción, la virgen más alta de Madrid vive sobre
el edificio de estilo neogótico con detalles modernistas, situado en calle Goya,
26. Lo construyó don Jesús Carrasco,
gracias a los donativos y limosnas de los feligreses, su construcción comenzó
en 1902 y las obras finalizaron ocho años después, a pesar de su juventud ya
forma parte del Patrimonio Histórico de la ciudad y desde el año 2014 coronada por el Papa
Francisco como Basílica menor.
Una torre blanca impoluta de 44 metros de altura sostiene
una aguja de hierro calada, señorial y vaporosa y sobre dicha cúspide la imagen
de la Virgen que mide 5,50 metros.
La corona de la virgen está rodeada de una aureola de bombillas para que resplandezca azul.
Muchos más monumentos están subidos en lo alto de los
edificios, ellos disfrutan del cielo azul
y no se pierden un atardecer.
Precioso e interesante post. Me ha encantado, en particular esa Aurora que guía la cuadriga de caballos.
ResponderEliminarNo tenía ni idea de la existencia de muchas de estas obras, ¡gracias!
Un beso
Las alturas de los edificios guardan muchas bellezas, lo mismo te encuentras una gargola que se fija en todo que un campanario sin campanas, pero es bueno levantar la cabeza. Abrazos contentos
EliminarMe ha encantado, excelente trabajo. Besetes.
ResponderEliminarMuchas gracias, me gusta reunir información sobre temas concretos y aquí me explayo porque publico muy de tarde en tarde. Abrazos agradecidos
EliminarMenuda colección de esculturas, antes había llegado al blog, pero se conoce que los vuelos en las alturas estaban retrasados, cosa muy habitual en España. Ya me he enterado el motivo del retraso por el otro blog.
ResponderEliminarComo eres tan internacional, habías utilizado un reloj de un país distinto para esta ocasión.
Por cierto, la mayoría de las estatuas no las conocía.
Un abrazo
Ese fue el fallo, el reloj. Y hay mas, buscando información parece que hay una treintena. Es curioso leer porque las han elegido, y los cambios de ubicación. Un abrazo
EliminarBuen reportaje, igual intemnto imitarte un dia por los tejados de Valencia. Nos enseñas a llevar la cabeza bien alta, aunque dicen que lo que cae del cielo no hace mal.
ResponderEliminarDel cielo no puede caer nada malo, de las alturas es posible y de los arboles recados de palomas, pero la cabeza siempre bien alta. Me encantaria ver los tejados de Valencia, y lo espero con ganas. Abrazos
EliminarVaya reportaje más chulo!
ResponderEliminarPara mi próximo viaje, vas a tener que ser mi guía, eh??? sin excusassssssssssss =)))
saltibrincos ♥
Sin excusas, no voy a emplear ninguna, recorreremos la "piel de toro" Hasta pronto
EliminarUn bello paseo entre espectaculares esculturas.
ResponderEliminarBesos
Se ven magnificas, las ciudades estan llenas de sorpresas solo hay que saber mirar. Un abrazo
EliminarMuy interesante este Madrid de las alturas. Me he enterado de cosas que no sabía.
ResponderEliminarPor la iglesia de la Concepción paso todas las semanas y no me había fijado en la virgen. Y es que hay que ir con cien ojos mirando al cielo.
Muy buena información.
Abrazos.
Otro día cuando pases y tengas tiempo puedes entrar, es muy bonita, aunque hoy tocaba hablar de las alturas y las de Madrid son muy artisticas. Un abrazo guapa, que lo estás.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQué interesante.
ResponderEliminarUna amiga poeta ha escrito un poema dedicado al " accidente aereo" , de no haber sido por ella no sabría de su existencia. Un abrazo .
Yo la descubrí hace un par de años, y la fotografié, no sabia nada de ella, y ademas había puesto un andamio que me impedia verla completa, ha sido al preparar esta entrada que me he enterado de su historia. Un abrazo Chelo
EliminarMe ha encantado el trasfondo de estas estatuas y sus fotografías, la que mejor conocía, y no del todo, era la de al Victoria Alada.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención el homenaje a la primavera y lo que cuentas del rayo de sol.
¿Por casualidad sabes si existe alguna ruta para ver estas esculturas in situ?
Lo desconozco, yo busque información llegando a diferentes paginas y con un poco de cada una he montado esta entrada, se que hay visitas guiadas pero por barrios, lo de las estatuas supongo que es coger un plano y marcarlas para recorrer las calles y visitarlas, me parece que hay 30 estatuas subidas a las azoteas. Unos abrazos
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