Tan parecidos tan diferentes, usamos “Ser” para describir características ya sean de alguien o de algo,
para hablar sobre la propiedad, y la hora, el lugar la fecha.
El hombre es alto/ El cielo está muy alto/ La bicicleta
es mía/ Hoy es sábado/ Estaremos a las diez en punto…
Con el verbo ser identificamos: ¿Qué es? ¿Quién es? ¿Cuál
es? ¿Cómo es? ¿De dónde es? ¿Qué hora es? ¿Es pronto? ¿Es rojo? ¿Será experto?
¿Será competente? ¿Sabrá idiomas?
El verbo “estar” lo
empleamos para hablar sobre una ubicación, lugar, para explicar una actividad
que sucede ahora, estar + gerundio, para
describir un estado (temporal)…
La fuente está en el jardín/ La catedral está al norte/las
Islas Canarias no están en Europa/ Está corriendo/ estoy estudiando/ estoy en
el comedor…
Con el verbo estar principalmente situamos: ¿Dónde estás?
¿Con quién estás? ¿Estás contenta? ¿Sigues estando en la misma empresa?
Cuidando si decimos estas muy bueno cuando queremos decir
eres muy bueno, o estás listo por eres listo.
Otros ejemplos:
Ser frío: el carácter de la persona; Estar frío:
por el descenso de las temperaturas
Ser malo: una persona que no es buena; Estar malo:
enfermo
Ser pesado: ser demasiado insistente; Estar pesada:
tener unos kilos de más
Ser verde: en algunos contextos hablar sobre temas
relacionados con el sexo; Estar verde: ser inmaduro o no tener conocimiento de
algo.
Para otro momento y más tiempo podemos comentar sobre los
adjetivos perfectivos que en oraciones atributivas se construyen con el verbo
estar y los adjetivos clasificadores, que por su semejanza con los sustantivos,
se construyen en oraciones atributivas con el verbo ser.
“Ser” un verbo tan importante y a veces no es necesario
su uso, eso sucede cuando es verbo copulativo, entendemos perfectamente si
escuchamos “el libro abierto” si añadimos está: “el libro está abierto” el
verbo no aporta nada.
Verbos copulativos son ser, estar y parecer del que no estamos hablando.
Situados ser y estar seguimos acercándolos más al uso
cotidiano.
Felicidad, contento, alegría, tristeza, melancolía… conceptos, todos los conocemos pero ¿los
reconocemos?
Opuestos, parecidos, acumulables, duraderos,
transitorios…
Ser (no estar) feliz
no está relacionado con lo que nos sucede sino con nuestra propia manera de
ver el mundo.
Estar (no ser) contento
es un tiempo de características subjetivas.
Experimentar (*) alegría
es una emoción transitoria, la podemos expresar con risas y gestos, la encontramos
por medio de elementos externos.
Sentir (*) tristeza
es una respuesta del cuerpo y del alma ante pérdidas sufridas.
Padecer (*) melancolía
nos hace vulnerables, puede ser eventual o permanente y nos aleja de la
realidad
(*) En estos casos caben los dos pero con un matiz, ser se debe al carácter y estar es la reacción a un momento,
tiempo o situación en concreto.
Vemos que los términos tienen diferentes definiciones
pero se parecen, los resumimos en felicidad
y tristeza.
La felicidad se construye desde
dentro, es un estado de satisfacción con la vida, con nosotros mismos y con las
relaciones que tenemos. Se dice que la felicidad son pequeños momentos,
momentos importantes para nosotros pero efímeros, como el carmín de tu amante o
la sonrisa del mendigo, la felicidad es la reunión y suma de esos momentos.
La felicidad existe, es factible y hay un modo de
alcanzarla, una manera para cada uno pero sólo si construimos una buena
relación con nosotros mismos seremos capaces de encontrarla.
El humor, las buenas noticias, los aplausos… nos pueden
mantener contentos y puede que logremos estar contentos mucho rato pero eso ni
es felicidad ni nos conduce a ella, pero paradojas de la vida se puede ser
feliz sin estar contento permanentemente.
Otra maravillosa paradoja es la que aun sabiendo que no
se puede estar nadando en el mar y tomando el sol en la montaña a la vez,
si podemos sentir tristeza y ser felices el mismo
tiempo, estamos tristes por alguna razón (pueden ser varias) y al mirar a un
bebe sano la felicidad asoma y ya la sonrisa recoge esa lagrima que resbala.
Tenemos que atrevernos a ser felices, tenemos ante
nosotros un escenario para interpretar aquello que nos alimente la felicidad,
solo debemos der perseverantes y medianamente cuerdos, igual que luchamos por
conseguir un ascenso, un coche mejor, unas vacaciones tenemos que luchar por
nuestra felicidad. Atreverse a ser feliz debería ser el fin, la razón máxima de
la vida. Pero no es una obligación, la libertad para ser feliz el mayor encanto
conceptual de ser libre, tenemos la responsabilidad última de ser felices es
cierto, pero no somos todos iguales.
Recordemos a Stephen Hawking “Recuerda mirar a las
estrellas y no a los pies”, no se trata de enseñar a la gente a ser feliz sino
a conseguir un ecosistema que facilite su libertad para ser feliz.
Nos educan a no sentirnos tristes, como nos recomiendan
no estar nerviosos. De los nervios hablamos otro día. La tristeza es una de las
emociones que tiene un mayor impacto en nuestras vidas, y eso significa que hay
que saber cómo gestionarla, nosotros debemos tener la capacidad de crear
reflexiones sobre la tristeza para poder prepararnos mejor cuando se presente.
Nos ponemos tristes cuando sufrimos una carencia, la
pérdida de un ser querido, la de una ilusión rota, el fracaso de un
proyecto, es la emoción que más nos
lleva a intimar con nosotros mismos, es una emoción silenciosa nos lleva a gastar el mínimo de energía
restante, a no realizar grandes esfuerzos, a intentar pasar desapercibidos. Nos
sentimos frágiles y débiles, pero de la tristeza misma recibimos la ayuda para
sanar aunque sabemos que es casi incontrolable, que no podemos delimitar ni el
tiempo ni la intensidad por lo menos en un principio.
La tristeza es también un tipo de defensa, Paulo Coelho
dice que “las lagrimas son palabras que necesitan ser escritas”, puede ser un
buen ejerció.
Por ello es importante, tomar consciencia de que emoción
estamos experimentando, si realmente estoy triste, o no, y dejarse llevar por dicha
emoción.
En la libertad se
sentirnos tristes también está el mayor encanto conceptual de ser libre.
Debemos dejar que las emociones no nos sonrojen y llorar
si es lo que queremos, intentamos convencer al triste de que tiene que sentirse
bien y olvidamos el significado de bien que estima cada persona, recordemos
siempre que la libertad de sentimientos es fundamental y como decía el gran
filósofo Marco Aurelio “No lo hagas si no conviene. No lo digas si no es
verdad” Nunca podemos pensar que nuestra acción directa va a generar felicidad
y no es verdad que ser feliz siempre sea lo mejor.
“Hay una inmensa generosidad en la vida que nos ha sido
dada”.
Datos recopilados y ordenados con aportes personales.
Tú has sido muy generosa brindándonos esta entrada.
ResponderEliminarSe me ha ido sin darte las gracias: Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte y si te la has leído entera gracias de colores, yo cuando veo tantas letras lo dejo para luego y a veces los luego se me amontonan. Abrazucos
ResponderEliminarQué buena entrada, mi querida Ester. Has tejido, maravillosamente, un hermoso mensaje en el que, además, sirve de aprendizaje en cuanto a las palabras que mencionas. Ese “ser o estar” que, al final, ha derivado a un principio elemental y necesario a tener en cuenta, como es la libertad, y, quizá más todavía, en lo concerniente a las emociones. No hay nada más insano, que lo impuesto. Y cuando uno es libre desde el “ser” sintiendo desde dentro esos sentimientos, entonces, está apto para “estar” conforme a ellos. Y es que, toda la verdad, toda la esencia, el eje de todo… habita en ese interior o mirada ante la vida. Todo está en nosotros…
ResponderEliminarAbrazos y cariños muchos, y muy feliz tarde, mi querida Ester 💙🌼
Ser, estar, sentimientos, imprescindibles con libertad, la vida es maravillosa ya digo al final que hay mucha generosidad en esa vida que hemos recibido, es simple, se trata de nuestra actitud y ¿por qué vamos a ser ariscos si podemos ser ambles?, sobre todo si tenemos prisa. Sé que siempre voy a ser libre aunque tuviera que serlo solo de pensamiento. Gracias por llegar hasta este recóndito lugar, tan escondido que hasta serviría para esconder un cadáver como dicen de la segunda página de Google que nunca miramos. Saltibrincos y cascabeles
Eliminar😂😂😂🌜✨💞
EliminarAun sigo por aqui y llego a darte las buenas noches
EliminarYo cuando vi lo largo que era el post, me dije,tranquila, hazlo en varias veces, y eso he hecho, poco a poco he ido leyendo y me quedo con el mensaje, Es decir, ser, es como algo permanente, la esencia de la persona, mientras que estar, es un estado transitorio, puedes ser y no estar, y estar sin ser.Yo hay veces por circunstancias que soy pero no estoy, o estoy sin ser, todo depende del día, aunque procuro estar siempre que puedo.
ResponderEliminarMuy buena la entrada.
Feliz día Ester.
Un beso.
Hola Carmen, sabes que defiendo las entradas cortas, la brevedad deja espacio para visitar otros blogs, pero este aquí escondidito se desparrama y se alarga, por eso está aquí semi escondido. Gracias por tu tiempo y dos abrazos
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